Leche frita con Maicena
Te preguntarás si realmente la leche se puede freír, pero te aseguro que se puede.
Esta receta se ha hecho en las casas españolas durante años y es deliciosa.
Cada región tiene una versión propia de la leche frita. Esto hace que en cada sitio varíe ligeramente su elaboración, aunque todos afirmen ser el lugar de nacimiento de dicho plato.
Algunos afirman que San Sebastián es el origen de la leche frita, mientras que otros dicen que fue en Castilla y Leon.
El caso es que no se sabe con precisión donde fue, ni importa realmente para disfrutar de su sabor.
Mi abuela sabe hacer un gran leche frita. Ella sigue una receta concreta, pero al igual que otros cocineros, añade una pizca de aquí y de allá en función de su estado de ánimo. La clave es probar y ajustar de acuerdo con nuestro gusto por lo dulce.
Ingredientes necesarios:
- 500 ml de leche entera
- La piel de 1 limón mediano
- 1 ramita de canela
- 50 gr de harina de maíz
- 5 huevos
- 100 gr de azúcar
- 125 gr de harina
- 100 gr de pan rallado fino
- Aceite de oliva virgen
- 30 gr de azúcar glas
- Canela en polvo
Elaboración:
Vierte 3/4 de la leche en una cazuela con la piel del limón y la ramita de canela. Llévalo a ebullición y cuando empiece a hervir, baja a fuego lento durante 5 minutos.
Cuela la leche para retirar la canela y la piel del limón.
Mientras tanto, bate la leche restante con la harina de maíz hasta que esté suave.
Bate 3 huevos en un bol con el azúcar y cuando estén mezclados, júntalos con la harina de maíz y la leche. Remueve todo para que se integren los ingredientes y vierte esta mezcla en la cazuela de la leche caliente.
Cuece todo junto a fuego bajo hasta que empiece a espesarse, removiendo constantemente con una espátula de goma o una cuchara de madera para que no se pegue.
Cuando tenga una consistencia densa, pero aún líquida, apaga el fuego y extiende la masa en un molde de unos 22 x 22 cm y refrigéralo durante varias horas para que se solidifique.
Bate los huevos restantes en un plato hondo, pon otro plato con la harina y otro con el pan rallado.
Saca la masa de la leche frita y córtala en cuadrados más o menos iguales. Reboza cada trozo en la harina, luego en el huevo batido y finalmente en el pan rallado.
Calienta el aceite de oliva en una sartén y fríe cada trozo hasta que estén dorados por ambos lados.
Escurre el aceite sobrante en papel absorbente. Espolvorea azúcar glas sobre cada trozo y si quieres también canela en polvo.
Sirve caliente.